A raíz de unas profundas experiencias de comunicación con algunos perros durante mi viaje a Sri Lanka, dejé mi trabajo de 10 años en el mundo empresarial para aventurarme al mundo de comunicación y concienciación animal, algo que sentía que tenía que ofrecer al mundo pues era parte de mi esencia. No fue hasta ese momento clave de mi vida en la que decidí dejarlo “todo” para ser fiel a mi misma.