Los procesos de partida de nuestros animales de familia son momentos difíciles. Ellos son nuestros compañeros de vida y su tránsito puede dejarnos al principio un vacío en nuestra vidas. Es muy entendible sufrir por la pérdida de nuestros animales, pues ellos son almas puras con las que hemos vivido mucho amor.
Según la persona y su proceso vivido, uno puede decidir rápidamente incorporar un nuevo animal en la familia, o de lo contrario esperar más tiempo.
¿Pero cuánto tiempo realmente debemos dejar pasar para estar realmente preparad@s?
Quiero recalcar que no es tan importante el tiempo en sí mismo (semanas, meses…) sino el proceso que cada individuo lleve, siendo muy consciente de ese proceso y honesto con uno mismo.
Es muy importante realizar un duelo consciente.
El duelo pasa por distintas fases, y es necesario pasar por estas etapas de forma consciente para poder estar preparad@s para la nueva llegada de un animal en la familia, una vez estemos ya en una última etapa de aceptación y aprendizaje.
Es muy entendible que sintamos un gran vacío por la pérdida de ese animal tan amado en la familia, pero es importante que no llenemos ese vacío (aún siendo de forma inconsciente) incorporando un nuevo animal en casa.
También puede ayudar en esta fase rodearte de gente que comprenda por lo que estás pasando, pues la despedida de un animal y su pérdida son procesos duros. El acompañamiento puede ayudar al duelo.
Primero hay que sanar las heridas, y estar realmente preparado para amar al nuevo miembro de la familia y poder darle lo mejor:
Incorporar un animal a la familia tiene siempre que ser una decisión muy meditada y responsable.
Debemos estar preparad@s para atenderle en todos los sentidos:
sus cuidados veterinarios, sus necesidades alimentarias, ofrecerle un entorno equilibrado y armónico en el hogar, cubrir sus necesidades emocionales, comprendiendo sus sentimientos…
¿Y cuándo se está listo?
No hay una respuesta única a esta cuestión. Cada un@ deberá sentir cuándo es el momento adecuado.
A continuación te cito algunas de las actitudes que pueden ayudar a comprender cuándo podemos estar list@s para un nuevo compañero animal en la familia:
– Cuando tu corazón está sanando, cuando hay una aceptación del tránsito.
– Cuando con el nuevo animal no se busca llenar un vacío que el otro animal dejó en tu vida.
– Cuando se echa de menos al animal que ha partido (esto puede suceder y es muy comprensible) pero que ya no hay un apego a él, ni una necesidad de seguir teniéndolo cerca sintiendo que no puedes vivir sin él.
Puedes sentir tristeza porque ya no está a tu lado, pero te sientes enormemente agradecido del tiempo que habéis vivido juntos, le honras y sabes que siempre seguirá en tu corazón. No hay apego.
– Cuando estés preparado para darle lo mejor al nuevo miembro, a todos los niveles.
Tómate tiempo para volver a tu centro, y cuando sientas que estás preparad@ para ofrecer amor de forma incondicional, el animal adecuado aparecerá en tu vida.
También es muy importante tener en cuenta al resto de los animales que están en casa (si es el caso de que tengáis más compañeros animales en la familia). Los animales también pasan sus duelos, por lo que debéis dejar espacio para que los animales transiten su duelo, e incluso, los roles de la familia vayan poniéndose de nuevo en el lugar que corresponde.
Si tienes más animales y decides incorporar a un nuevo animal en la familia:
Es importante que des tiempo a los animales que ya están en casa para pasar sus procesos como ya he comentado.
También, como en cualquier otra situación, cuando incorporamos a un nuevo miembro en el hogar, debería ser un animal compatible con el animal que ya está en casa, así como deberíamos saber qué opina y si realmente nuestro animal quiere un nuevo compañero.
Debemos preservar la armonía en nuestro hogar, por lo que respetar las decisiones de compañía es de vital importancia para los animales que ya estén en nuestro hogar.
Si quieres que os acompañe en el proceso, podéis escribirme a patricia@patriciaperreau.com para comunicación animal u otras herramientas terapéuticas.
